lunes, 10 de agosto de 2009

Las tetas de mi vida


Ayer viendo la tele me di cuenta de las tetas que habían pasado por mi vida.

Evidentemente las primeras son las de tu madre, te alimentan y protegen en los primeros momentos de tu vida. Eso no solo es reconfortante, sino que se tienes que estar eternamente agradecido, el primer alimento que percibes vienen de tu madre a través de ahí, por eso se merece todo el respeto y admiración como parte de tu primer sustento vital.

Las segundas tetas que conocí fueron de niño y eran las del pan. Que alimento más resolutivo el pan, gracias al pan se han atenuado hambrunas y alimentado a la humanidad durante miles de años, yo tengo una especial predilección por sus tetas. Ya es hora de que alguien vaya pensando en hacerle un homenaje en condiciones, al pan y a sus tetas.

Las terceras tetas que conocí, fueron en la post-adolescencia. De este tema no puedo hablar mucho, sólo quiero decir que fue divertido, no es que sea un caballero, sino que ahora estoy casado. Corramos un tupido velo.

La cuarta teta que vi de cerca fue el ejército. Ahora ha cambiado a mejor, se juegan la vida en infinidad de misiones humanitarias representando España, pero cuando yo estuve fue la época donde los soldados éramos de reemplazo y lo único que aprendí fue a barrer el patio y a esconderme para que no me hicieran barrer sobre lo barrido. Había una infinidad de mandos chupando de la teta y su única obsesión era que les saludaras militarmente y verte barrer. Cuando me quedaba menos de un mes para licenciarme me fui al oculista para poder escaquearme de barrer, cual fue mi sorpresa cuando me dice el capitán que yo no tendría que haber hecho la mili y tuve que usar un enchufe para quedarme. Antes te pedían la mili terminada en muchos trabajos del gobierno.

Mis quintas tetas fueron a pares ¡Que buenos recuerdos! No puedo decir nada al respecto, esto lo leerá mi mujer.

Mis sextas tetas son las que han alimentado a mi hijo, aunque sí les tengo cariño, mucho más le tengo a lo que esta detrás, mi mujer ese ser maravilloso, sorprendente, extraordinario y blablablablabla. Las quiero mucho y a mi mujer también.

Mis séptimas tetas son las que nunca he tenido. Estas tetas con mis respetos a las anteriores, si que son tetas. Las que tienen los políticos, esas tetas la menos que vale cuesta un millón. Ayer me enteré que un velódromo con un presupuesto inicial de 48 kilos, terminamos pagando los españoles 100 millones ¿es o no es eso una buena teta? Anteriormente a esto han salido no se cuantos alcaldes, concejales y chupópteros, que no solo han chupado de su teta, sino que han creado más para sus familiares y allegados. No entiendo el descaro con el que se ha expoliado a nuestro pueblo, no es extraño que seamos el país que más se ha derrumbado en esta crisis internacional si la corrupción y el derroche eran la tónica en cualquier despachos del político de turno. Robar de esta forma está bien visto aquí, incluso se discutió en un parlamento regional sobre el 3% de comisión que se llevaba un afamado político, y nunca pasó nada. Es tan extensa la podredumbre en nuestra clase política que cuando sale un caso de corrupción de un partido politico, el contrincante le saca tres. A mi juicio, esto significa que cuando un partido se entera de algún chanchullo del contrincante no lo denuncia, se guarda la información como moneda de cambio para sacarla en el momento más ventajoso políticamente.

Es inconcebible que nos gobiernen así, la clase política está devaluada, en nuestras cabezas cuando oímos política, es sinónimo de soborno. Desde el punto de vista de un político la riqueza de un país se mide con la capacidad que tenga el mismo de ser expoliado.

No me gustaría llegar ver que rica era España.

Yo como ciudadano, hoy por hoy no les pido que dejen robar, lo que si les pido, es que roben menos que son muchos.

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