No pienses tan mal, que el titulo no va por ahí.
Te voy a contar algo que sucedió de verdad (basado en hechos reales, como en la tele).
El otro día, mi hermano Ale, me comenta:
- Tío, que probabilidades crees que tienes que llegues a casa, después de una jornada no muy mala, te encuentres a mama diciéndote que en casa entró un ratón y aún así no te mosquees, que vayas a buscar la ratonera y la encuentres sobre la marcha sin necesidad de de estar revolviéndolo todo, que te gires para salir al encuentro del roedor dándote cuenta de que lo acabas de pisar sin querer (joder que suerte).
- Eso me hizo reflexionar y preguntarme. Coño, que probabilidad tenía el ratón, después de llevar todo el puto día sin llevarse una lenteja a la boca, entrar en casa de mi madre sorteando dos puertas que siempre están cerradas, que detecten su presencia, que se meta en el cuarto donde precisamente esta su trampa guardada y que cuando se sepa descubierto e intente huir lo pisen desnucándolo. La suerte del más grande, fue la fatalidad del ratón
- Enredándolo más, que probabilidades tenía la trampa de que haya entrado un ratón en casa, de que no la tengan perdida como pasa siempre que buscas algo y que antes de haberla montado, el ratón ya este muerto sin ni siquiera haber salido de esa habitación. Suponiendo que la trampa fuese un autónomo, no cobraría el servicio por culpa de algún capullo que acaba de hacer su trabajo, lo más probable es que encima ese pimpollo no pague ni un euro de impuestos e incluso tenga una pensión no contributiva (que fuerte).
Mi conclusión; lo que fue un luctuoso suceso para el ratón y su familia, sin embargo fue un golpe de suerte para el del pisotón y una perdida de tiempo y dinero para el autónomo.
Entonces, ¿que coño es la suerte? Al final siempre que alguien gana, posiblemente varios pierdan.
De lo único que debes preocuparte es de no ser el ratón. Cuídate si eres autónomo de no hacer el capullo, date de baja lo antes posible, que si no los banqueros te desnucan y el gobierno te aplasta.
Que probabilidades hay de haber nacido en España, haberte tocado la época Zapatero, no ser funcionario, no ser rico de cuna, no haberte tocado la lotería, estar sin un puto duro y deberle a Botín.
Al final, los que pisan son botines, zapatos y a uno le hacen sentir como una rata de campo.
Ah!, mi nombre es Jota Jota. Quedáis todos invitados a mi funeral financiero, los oficios se realizarán en cualquier oficina bancaria, mediando la ceremonia un funcionario del juzgado, amparado por algún político cabrón.
Te voy a contar algo que sucedió de verdad (basado en hechos reales, como en la tele).
El otro día, mi hermano Ale, me comenta:
- Tío, que probabilidades crees que tienes que llegues a casa, después de una jornada no muy mala, te encuentres a mama diciéndote que en casa entró un ratón y aún así no te mosquees, que vayas a buscar la ratonera y la encuentres sobre la marcha sin necesidad de de estar revolviéndolo todo, que te gires para salir al encuentro del roedor dándote cuenta de que lo acabas de pisar sin querer (joder que suerte).
- Eso me hizo reflexionar y preguntarme. Coño, que probabilidad tenía el ratón, después de llevar todo el puto día sin llevarse una lenteja a la boca, entrar en casa de mi madre sorteando dos puertas que siempre están cerradas, que detecten su presencia, que se meta en el cuarto donde precisamente esta su trampa guardada y que cuando se sepa descubierto e intente huir lo pisen desnucándolo. La suerte del más grande, fue la fatalidad del ratón
- Enredándolo más, que probabilidades tenía la trampa de que haya entrado un ratón en casa, de que no la tengan perdida como pasa siempre que buscas algo y que antes de haberla montado, el ratón ya este muerto sin ni siquiera haber salido de esa habitación. Suponiendo que la trampa fuese un autónomo, no cobraría el servicio por culpa de algún capullo que acaba de hacer su trabajo, lo más probable es que encima ese pimpollo no pague ni un euro de impuestos e incluso tenga una pensión no contributiva (que fuerte).
Mi conclusión; lo que fue un luctuoso suceso para el ratón y su familia, sin embargo fue un golpe de suerte para el del pisotón y una perdida de tiempo y dinero para el autónomo.
Entonces, ¿que coño es la suerte? Al final siempre que alguien gana, posiblemente varios pierdan.
De lo único que debes preocuparte es de no ser el ratón. Cuídate si eres autónomo de no hacer el capullo, date de baja lo antes posible, que si no los banqueros te desnucan y el gobierno te aplasta.
Que probabilidades hay de haber nacido en España, haberte tocado la época Zapatero, no ser funcionario, no ser rico de cuna, no haberte tocado la lotería, estar sin un puto duro y deberle a Botín.
Al final, los que pisan son botines, zapatos y a uno le hacen sentir como una rata de campo.
Ah!, mi nombre es Jota Jota. Quedáis todos invitados a mi funeral financiero, los oficios se realizarán en cualquier oficina bancaria, mediando la ceremonia un funcionario del juzgado, amparado por algún político cabrón.
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