domingo, 20 de diciembre de 2009

Que no te ciegue la arena.

Érase una mujer luchadora a la que todo el mundo desconocía. Amaba a su tierra por encima de su vida y despreciaba al usurpador de su pueblo más que al mismísimo demonio. Un día soleado y caluroso la invitaron al destierro, la subieron a un avión hacia tierras lejanas solo con billete de ida, le comentaron que allá donde iba no necesitaba pasaporte. Los americanos te dieron un premio, los marroquies te regalaremos un viaje. Donde vas te acogerán con cariño, los Conejeros son un pueblo cariñoso, amante de los turbantes musulmanes y respetuosos con la idiosincrasia de otros pueblos.

En su ilusionante viaje recaló en este lugar tan confortable y se sintió tan atraída por los cantos de sirena que desde el gobierno de Español, que le hizo caso a un amable policía. Quédate en Lanzarote Ami, le dijo con una sonrisa encantadora y le tendió la mano de una forma tan cariñosa que casi rozaba la divinidad. ¿Cómo pretendía esta joven dejar pasar la oportunidad de vivir en un entorno tan idílico, junto a un pueblo tan comprometido con sus raíces? Esta amable gente le permite vivir de día en un edificio enorme, donde hay bares, kioscos, un montón de televisores y una infinidad de personas que van y viene desde los lugares más recónditos del planeta. De noche a Aminetu le encantaba dormir al raso bajo las estrellas.

No te vayas Aminetu, te doy posibilidad de que puedas decir que eres Española, tendrás un lugar donde dormir, una pensión vitalicia y una medalla por tus aptitudes, le decía Moratinos.

Moratinos era un señor encantador, bonachón y desprendido. Amigo de sus enemigos, al que todos apreciaban por sus numerosas y generosas donaciones por todo el mundo. Trabajaba para un señor que había inventado un sistema con el que todos los pueblos eran felices y se llevaban bien, amándose y respetándose los unos a los otros. La Alianza de Civilizaciones, fue la mayor y mejor ocurrencia de la era moderna. El sistema era genial por su simpleza, solo era necesario repartir dinero entre tus enemigos, con esto conseguías no estar discutiendo con nadie y te ahorrabas disgustos innecesarios.

Aminetu, tenía el corazón dividido entre sus dos pasiones. Una era el amor a su tierra, la otra era la irrefrenable necesidad de darle rienda suelta a su espíritu aventurero. Le costó varias semanas darse cuenta de que por muy malvado que fuese el gobernador de su pueblo ocupado, ya no quería más aventuras lejos de su familia.

Moratinos y su jefe, como era de esperar se prestaron a ayudarle, llamaron al malhumorado gobernador y le dijeron que perdonara a Aminetu por haberle hecho el desprecio de no seguir el viaje que con tanto cariño le había preparado. El gobernador en un principio se mostró muy molesto con su súbdita aventurera, pero como negarse a los amables intermediarios.

A los pocos días después del encuentro de alto nivel entre los dos mandatarios y como agradecimiento a los Españoles por la sensibilidad con el pueblo de Aminetu, el gobernador malumorado demostró que no era tan malvado como en un principio se creía. Como agradecimiento a los agricultores y a las personas más desfavorecidas del campo español y aconsejado por Francia y EEUU, se comprometió a inundar España y Europa de tomates y productos agrícolas de su país. Así los agricultores no tendrían que dejarse la piel en las tierras, ahora podían dedicarles el horario laboral a sus familias, abandonando las tierras para así pedir una pensión no contributiva y poder veranear en Marruecos.

Aminetu, al llegar a su tierra agradeció al pueblo Español su cariño y atenciones. Les explico a sus compatriotas que cuando España se había marchado del Sahara Occidental lo hizo con la mejor intención. Que los españoles estábamos muy apenados, no entendíamos que les diera vergüenza pedirnos ayuda. Su pueblo había sido una provincia de España y como tal, les queríamos tanto, que le pedimos por favor a Marruecos que se hiciera cargo de ellos.

¿Quién coño se cree este cuento?

En primer lugar, fuimos los españoles los que dejamos con el culo al aire a este pueblo.

Dejamos a esta gente de buenas a primeras y nos largamos por patas. El Sahara Occidental es a día de hoy territorio español. Simplemente se desocupó un territorio de pleno derecho, que incluso era una provincia de España, dejando vendidos a ciudadanos españoles. Muchas de estas personas aun conservan los DNI españoles de antaño y se les ha negado su derecho a renovarlos, ¡Coño! nacieron en territorio español, algunos trabajaron para el estado español, muchos fueron militares españoles y los abandonamos a su suerte. Los condenamos a vivir en campos de refugiados por el simple hecho de haber nacido en África, permitiendo que un estado como el marroquí haya ocupado el territorio y mandado a estos excompatriotas a los campos de refugiados.

Me siento muy orgulloso de ser español, menos en este caso. ¿Y si algún día desocupan Ceuta, Melilla o Canarias…?

En segundo lugar, las meteduras de pata del ejecutivo español son supremas. En política internacional tenemos la habilidad de darnos las patadas en nuestro propio culo. Las carcajadas de los países de nuestro entorno, se oyen hasta en la china. Como es posible, que sabiendo la deshonesta y provocativa política que Marruecos a tenido siempre hacia España, el ministerio de exteriores haya permitido la entrada a España de una activista del Frente Polisario, sin pasaporte, sabiendo que su destino había sido la vuelta a Marruecos desde EEUU, después de recoger no se que premio y que al llegar a Marruecos estos iluminados le quitaron el pasaporte y la mandaron a canarias por la cara.

Marruecos de antemano sabía que podía aprovechar la situación, intuyendo que ella iba a reaccionar así y sabiendo que España no la dejaría morir. Les dio tiempo suficiente para pensar que fichas debían mover y así lo hicieron. Normalmente cuando una persona es un peligro para la estabilidad de un régimen político, se le retira el pasaporte para que no salga del país y así poder controlarla. ¿Por qué Marruecos no lo ha hecho así…?

En tercer lugar, aquí nadie es trigo limpio, Aminetu es una activista del Frente Polisario. Se ha querido vender como una simple ciudadana a la que le han cogido manía, dando a entender que sus reivindicaciones no eran políticas y dejando a España en una tesitura política muy complicada. De todos modos, hay que reconocer que ha sabido mover sus cartas de la forma magistral. Que otra cosa podía hacer, sus hijos, su familia y su patria estaban en allí.

En cuarto lugar, el descuido del ejecutivo español al dejarla entrar y la negativa, tanto de Aminetu, como de Marruecos a llegar a un entendimiento, a forzado a la Unión Europea a quitar parte de los aranceles al tomate y ciertos productos agrícolas.

Esto me lleva a preguntarme, ¿Quién se perjudica de estas concesiones? Pues España, sobretodo Canarias y Andalucía. Explícales a los productores de tomate, de Andalucía o de Canarias, por qué le va a subir el paro en el campo a Dios sabe cuanto. Debido a un conflicto con una señora, que ni la conocen, ni han visto nunca.

¿A quien le importa poco la solución que se ha tomado? Pues a Francia, así son menos los camiones españoles para volcar y a EEUU que se apunta un tanto con Marruecos para poder pedirle algún favor en el futuro.

Pero lo más importante es ¿A quien le beneficia todo lo ocurrido? ¡Bingo! A Marruecos, esto le coloca con una posición mucho más competitiva y ventajosa para competir con el tomate canario en Europa. De un plumazo y con una estrategia perfecta, han logrado por medio de una cortina de humo sacar petróleo de un problema que ellos mismos nos han creado, engañando y amenazando a España con la entrada masiva de inmigrante y terroristas. Nos han obligándonos a ceder y a ser menos competitivos frente a sus productos de una forma vil y sucia.

Sin que nos hayamos dado cuenta, les hemos regalado el Sahara Español y les hemos abierto la puerta al comercio Europeo.

Pronto nos crearán otro conflicto. ¿Quien sabe? Quizás en un futuro pidan más concesiones, Ceuta, Melilla o ser de la CEE, como Turquía. Y nosotros volveremos a bajarnos los pantalones a las rodillas, como ellos saben que haremos.



domingo, 11 de octubre de 2009

Atúntún

Somalia es un país ácrata, donde en la mayor parte de su territorio no existe ningún tipo de estructura gubernamental, donde impera la ley del que más armas tiene.

Un país que no se ha sabido reponer de la banca rota, castigado por una brutal guerra civil en la década de los noventa y por las graves inundaciones causadas por las corrientes del fenómeno meteorológico El Niño, que causaron más de 1.300 muertes y dejaron sin hogar a unas 800.000 personas,

Con yacimientos de petróleo, cobre, manganeso, yeso, hierro, mármol, estaño y uranio, que permanecen sin explotar en la mayor parte de su territorio, debido a la violencia e inestabilidad política existente.

Hace unos años, los pescadores somalíes se dieron cuenta de que no podían competir con los grandes armadores extranjeros que pescaban en sus caladeros. No les era rentable jugarse la vida en la mar, para regresar a la orilla con más hambre de la que partieron el día anterior. Esto les hizo seguir el ejemplo de tierra adentro, y empezaron a amarse, para pescar a la fuerza dentro de los barcos foráneos con los que se tropezaban en alta mar, lo que no pescaban en el agua.

Los mismos pescadores desvalidos y hambrientos, fueron reconvirtiéndose en piratas armados y desalmados. Como pasa siempre, donde hay negocio rápido e ilícito, se forman redes mafiosas atraídas por el lucrativo negocio del dolor ajeno. Esto nos ha llevado a tener casi doscientos intentos de secuestro de embarcaciones de todo tipo y tamaño al mes. La impunidad con la que se han movido, les ha llevado a no tantear siquiera a la víctima con la que se encuentran por el camino. Se ha dado el caso, de intentar secuestrar a una fragata francesa que estaba patrullando la zona. Te puedes imaginar el resultado.

No se puede permitir, que entrados en el siglo veintiuno se siga hablando de piratas. Mucho menos, que la comunidad internacional permanezca tan pasiva frente a un problema de tal envergadura, sin poner algo de orden en un país que está pidiendo a gritos una intervención militar por parte de la ONU, para instar a que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos, buscando alternativas de solución a sus problemas internos. ¿O no está para eso la ONU?

Curioso. El intermediario que media en todos los secuestros siempre es el mismo. Dice que tiene una agencia para intermediar en este tipo de conflictos. ¿No será este el que les suministra las armas a los expescadores-piratas? ¿Será este socio de los piratas?

Me resultó pasmoso que desde los sectores nacionalistas del País Vasco, se solicitara al ministerio de defensa que se protegiera los barcos de los armadores vascos con militares españoles a bordo. ¿No querían estos señores que los militares desocuparan Euskadi?

Por nuestra parte, los españoles ya no nos sorprendemos por las vergonzosas respuestas de nuestra querida ministra de defensa. Días atrás decía, “los barcos deben pertrecharse de sirenas potentes y de cañones de agua para defenderse de los piratas. La ley no permite otra cosa”. Señora ministra, ¡pues se cambia la ley!, Somalia es una zona donde te disparan con fuego real, no una discoteca. Y los pescadores, son pescadores, no antidisturbios. Si esto le pasara a los Australianos, montaban hasta lanzallamas en los atuneros.

Ayer, por fin se solucionó el escollo legal y en nuestros atuneros pueden embarcar a cuatro miembros de seguridad privada por barco, y con armas largas.

¿A cuanto se nos pondrá la lata de atún el mes que viene?


lunes, 28 de septiembre de 2009

¿De enfermedad o de hambre?

Si creemos que se trata igual a las enfermedades, independientemente de sector poblacional al que afecte, estamos equivocados. Vale mucho más la vida de unas personas, que las de otras. No se trata de racismo, religión o cultura, eso no tiene nada que ver, se trata de poder adquisitivo.
Un pequeño porcentaje de la población mundial, tiene cobertura sanitaria, privada, pública o ambas inclusive. Una afortunada parte de esta población con cobertura sanitaria, entra a quirófano por el mero hecho de hacerse retoques estéticos, mientras la inmensa mayoría de los no pudientes muere por falta de atención primaria.

Que la sanidad sea un negocio no se nos esconde a nadie, lo que es verdaderamente lamentable, es que los gobiernos se presten a gastar una gran parte del erario público en fomentar este lucrativo negocio. Se nos manipula mediáticamente de tal forma con algunas enfermedades, que roza la perversión, al establecer un orden de prioridades más que desalmado y falto de sensibilidad con los verdaderos problemas del ser humano.

No es normal que se catalogue de pandemia la gripe A, en la que está quedando más que demostrado, que no tiene más consecuencias que gripe estacional y se tenga olvidadas otras enfermedades que nos cuestan al año millones de muertes. La triste diferencia entre unas y otras, es simplemente el poder adquisitivo de los países a los que afecta. Si algún mal afecta a los países desarrollados, se pone todos los medios disponibles para erradicarlo sin importar el costo, pero por muy letal que sea, si solo afecta a los países subdesarrollados, los gobiernos no gastan un euro en investigación o suministro de medicinas.

Como ejemplo, hay una enfermedad que todos los años se lleva por delante a millones de personas. La Malaria. o Paludismo.

La malaria humana se produce por la picadura de un mosquito. Durante la segunda mitad del siglo XX, fue erradicada en casi toda Europa y grandes áreas de América Central y del Sur. En la actualidad continúa siendo un problema de salud muy importante en el mundo, especialmente en el continente africano. Cada año se registran más de 300 millones de casos de paludismo, ocasionando más de 1 millón de muertes anuales, el 90% de las cuales se producen en África, especialmente entre niños menores de 5 años. En esta enfermedad los microorganismos obstruyen los vasos sanguíneos del cerebro produciendo coma y delirio. La primera crisis tiene lugar entre los 18 y los 40 días después de la infección, las siguientes aparecen cada tres días y finalmente se produce irremediablemente la muerte.

Manuel Elkin Patarroyo, médico colombiano con nacionalidad española, descubrió la primera vacuna elaborada químicamente contra la malaria. Patarroyo donó la vacuna, la primera desarrollada químicamente, a la Organización Mundial de la Salud. Su labor le ha valido ser galardonado, en 1994, con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Hoy día el investigador español, Pedro Alonso y el Centro de Salud del Hospital Clinic de Barcelona, han anunciado que la primera generación de la vacuna contra la malaria se administrará a niños africanos el próximo año. El producto ha sido financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates y el desarrollo clínico ha correspondido al Hospital Clinic-Universidad de Barcelona.

Esta vacuna no tiene valor comercial para las farmacéuticas, al no poder permitirse los enfermos los 18€ que costaría en el mercado. Sin la ayuda de estas instituciones sin ánimo de lucro, la enfermedad en un futuro seguiría segando la vida de millones de personas.

Es increíble el desconocimiento y la falta de interés que a nivel mediático e institucional se tiene de esta enfermedad, se habla mucho más de obesidad infantil, anorexia o bulimia, que de una enfermedad que mata a un millón de personas al año, la mitad niños y bebés.

En un mundo donde la patente de una vacuna como la de la malaria, tiene que ser donada para poder salvar vidas de personas sin recursos económicos, porque ni los gobiernos, ni las farmacéuticas están dispuestos a invertir. Nos encontramos con grandes desembolsos de dinero de los países desarrollados, para acopio de medicinas como el Tamiflú, que ni siquiera se están usando en la mayoría de los casos positivos con gripe A.

Esta pandemia, cuyas consecuencias para la salud no son más que las de una gripe estacional. A no ser que el proceso se acompañe o vaya seguido de una neumonía viral, bacteriana, o alguna enfermedad respiratoria grave, donde la mortalidad aumenta. Ha sido mediatizada para aumentar la cuenta de resultados de las farmacéuticas.

El volumen del negocio montado con la gripe A, es superior a 20.000 millones de euros.

Esto me hace sospechar que quizás la estadística que se nos vende por televisión no sea la correcta, al achacar muchas muertes a la gripe A, y no a la patología que sufría el paciente de antemano.

Nos han metido el pánico en el cuerpo para vendernos medicinas, mascarillas, jabones, guantes y demás trastos, para beneficio de algunas corporaciones que no hacen más que echar leña al fuego del miedo colectivo.

Lo grotesco, es que con menos de un 0,01% del dinero invertido en el en la gripe A, se podría haber acabado con La Malaria hace mucho tiempo. Pero la solución no solo estaría ahí, tenemos que ser consientes de que hay muchas más enfermedades olvidadas y carencias en el mundo subdesarrollado.

Si cada año salvásemos de la malaria a 1 millón de personas, tendrían un problema de malnutrición 2 millones de personas en el tercer mundo. Terrible conclusión, viviendo en un mundo en el que nos espantamos cinco segundos con algunas verdades en directo, volviendo a la hipocresía y el derroche según termina el telediario y empieza la telenovela.

Es triste que la opulencia de unos pocos desalmados, cause la muerte de muchos y que la consecuencia de querer salvar una vida, sea matar de hambre a varias personas.

Equilibrio, esa es la solución. El desarrollo sostenible es posible y necesario, no se trata de dar una pequeña limosna para que puedan curarse, se trata además de no matarlos de hambre.

Hay que empezar a dejarles evolucionar y desarrollarse con sus propios medios, pero con nuestro apoyo humano y económico. Sin necesidad de interferir en sus culturas o religiones, educándonos y educándolos, de una forma más humana y sin prejuicios.

El primer paso, no debería ser el más complicado, implicarte. Luego, los gobiernos los cambias tú.

martes, 15 de septiembre de 2009

¿Victimas o verdugos?


Cada vez que enciendo la tele, el informativo de turno, me asusta con una nueva noticia de violencia juvenil. Unos compañeros de clase violan a una niña de once años, apalean a un chaval de poco más, se suicida una niña de doce, un alumno de primaria humilla a un profesor…

¿Que nos esta pasando? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué la culpa siempre es de otro?

La sociedad esta mutando, o mejor dicho, la estamos devaluando a marchas forzadas.

En dos generaciones, estamos estropeando lo que la humanidad lleva civilizando miles de años. Se ha perdido uno de los principios básicos de nuestro equilibrio social, el respeto a la figura del educador.

El educador no solo es el profesor de turno bueno o malo con el que nos toque aprender, o los padres, abuelos y familiares. Sino que también la educación es responsabilidad de las instituciones. La sensación de impunidad con que estamos formando a nuestros ciudadanos de futuro, empieza a pasarnos factura con hechos cada vez más agresivos.

Tenemos unas leyes desfasadas y blandas, para los problemas actuales a los que nos enfrentamos día a día. Se premia mediáticamente la burrada más gorda y se machaca la noticia por la tele e Internet para regocijo de los bárbaros, sirviendo para que imiten lo sucedido en otros lugares. Estos aplausos públicos en los medios, desorienta tanto a los verdugos, como a las victimas de estas gamberradas, que siguen creciendo en número y sufrimientos.

Se empezó por perderle el respeto a padres y abuelos, se siguió por humillar a los profesores y se ha continuado, por ser los menores los que se enfrentan a la policía como diversión de fin de semana.

El educador es una figura depreciada. Lo hemos convertido en un accesorio meramente prescindible en una sociedad saturada de estereotipos superfluos, que lo único que valora son las posesiones materiales y la fama a fuerza de golpes. Se ha perdido el respeto a los mayores y a las figuras importantes, que hace pocas décadas, formaban parte del ejemplo a seguir en los jóvenes.

Ya pocos quieren ser notarios, profesores o médicos, ahora quieren ser Belén Esteban o la Campanario.

Hemos pasado de tener una sociedad con un potencial de futuro inmenso, a una sociedad de futuros adultos inmaduros, con muy pocos valores humanos.

El respeto se confunde hoy día con el miedo. Se impone la violencia con el prójimo como método de hacer valer tus formas de ver las cosas. Se valora más el vencer, que el convencer. Se ahorra en palabras y razones, potenciando la violencia y la injusticia.

De lo que no somos concientes, es que le libertad se ha confundido con la impunidad y el esfuerzo se ha cambiado por la fama inmediata.

Si esto no lo corregimos, estaremos siendo responsables de la tiranía que los mismos verdugos actuales, sufrirán por parte de las generaciones venideras.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Fiestón sin invitación

(Basado en hechos reales)
Diez años atrás, no existían, o por lo menos yo no conocía las redes sociales que hoy nos ofrece Internet. Normalmente, una de las plataformas más usuales por la juventud y los no tan jóvenes de relacionarse eran los bares.

Por aquel entonces yo no bebía, me había hecho la promesa a mi mismo de no beber nunca más. Tres años antes me fui con la gente del gimnasio a un asadero en la cumbre, me cogí tal melopea y perdí los papeles de tal forma, que la vergüenza me duró tres años. Imagínate, todos supermega sanos y yo tan borracho que hasta los perros me meaban. Me costó bastante volver a la senda de la de la cultura etílica tan arraigada en este país. Cuando salía de fiesta todos se extrañaban, tenía que estar explicándoles que no bebía, como si eso fuera un delito.

Nos solíamos reunir los sábados a la salida del trabajo un grupo de compañeros, que éramos muy amigos incluso antes de trabajar en la misma empresa. En alguna ocasión se agregaban algunos más, pero siempre solíamos ser Adolfo, Gerardo y yo, los clientes incondicionales del establecimiento.

El bar de Ramón, ni siquiera tenía mesas, solo contaba con la barra que ocupaba la mayoría del local, los dos minúsculos baños que exige la ley, donde tenías que mear de lado, y una pequeña cocina. Ramón es un barman peculiar, mide metro noventa, piel morena tipo pescador y estaba continuamente echándote trolas para reírse ti. Recuerdo que un día, le dijo a uno que lo mejor para la resaca es ponerte dos alka-seltzer en la boca sin agua y aguantar hasta que se diluyan, te puedes imaginar los espumarajos que soltaba aquel pobre por la boca, las lágrimas se las bebía. Tenía la virtud de despacharte lo que le salía de la entrepierna. Le pedías un cubata con cola y te lo ponía con naranja. En lo que no fallaba era en la bebida alcohólica, si pedías Ron, te ponía incluso de la marca que te gustaba. Si un sábado no te apetecía mucho beber y le pedías una cerveza, te jodías y te bebías un cubata como el del sábado anterior. Al final como lo importante no era lo que bebías, sino el beber, pues te lo tragabas de igual forma.

Así, copa a copa, trago a trago, fuimos cogiendo confianza. Tanta que nos daban las mil y quinientas en su bar. La mayoría de las veces le costaba un huevo echarnos de su negocio, mis amigos con copas eran más pesaos que dos plomos. Continuamente le proponíamos a Ramón que se fuese, que ya cerraríamos nosotros. Pero nunca confió en nuestra buena fe, cosa que no le reprocho.

En aquella época, las novias de Adolfo, Gerardo y la mía, eran muy amigas entre ellas. Por muchas burradas que hiciésemos, nunca nos decían que teníamos que dejar las juergas con los amigos. La verdad es que me lo pasaba de fábula, fue una época de marchas inolvidables con los colegas.

Un día de primavera de 98 ó 99 del milenio pasado, Ramón estaba desesperado por cerrar el bar. Tenía que ir al aeropuerto a buscar un familiar, dejarlo en casa de su madre, y luego ir a la fiesta que su mujer había montado en su casa para reunirse con antiguos compañeros de instituto y algún que otro profesor enrollado de la época.

Como no veía la forma, directa o indirecta de echarnos del recinto. Se le ocurrió la fatal idea de decirle a uno de mis compañeros que nos fuéramos, que si queríamos beber nos invitaba a una copa en su casa. Pensaba librarse de nosotros, porque no sabíamos donde vivía. Pues se equivocó.

Gerardo si que sabía el barrio y la zona del barrio de donde era Ramón. Había visto su coche aparcado varias veces por la zona donde suponía que vivía. Esto significó, que sobre la marcha se organizo el viaje.

Como yo estaba sobrio, me quedaba con todos los detalles y conversaciones locas de mis compañeros de fiesta. Después de intentar convencerles de que no estábamos invitados, que fue una forma de librarse de nosotros, me vi en la necesidad de acompañarles al sarao. Cuidándome mucho de ser yo el que condujera, le pedí las llaves del coche a uno de ellos, tras las indicaciones llegamos al barrio de Ramón. Encontrar su casa nos costó cinco minutos, preguntamos en un par de portales y dimos rápido con la fiesta.

Era un edificio de dos plantas. Ramón vivía en el bajo, su vecina y el marido que eran personas mayores, vivían en la segunda planta. Al tocar en una de las dos viviendas nos abrieron sin preguntar y subimos a donde se oía música. La azotea era el objetivo donde los cuatro perturbadores de fiestas, Adolfo, Gerardo, Gustavo (recién llegado a la empresa como fichaje estrella del departamento de ventas) y yo, pretendíamos llegar para continuar la fiesta que había empezado en el bar.

Al entrar por la puerta, Gerardo con sus noventa y largos kilos, pelo castaño clarito semirizado, vestido con un polo de cuello de pico y pantalón baquero, le dio la explicación oportuna a Bea (la mujer de Ramón), la cual no conocíamos de nada. Le dijo que él nos había invitado y que no quisimos fallarle.

Ese fue el principio de una serie de barbaridades, producto de la borrachera más loca que me ha tocado vivir.

Nada más llegar, el ambiente empezó a ponerse un poco tenso. Que coño hacíamos nosotros allí, vienen sin pagar y borrachos, a una fiesta a la que nadie del grupo les ha invitado. Evidentemente se quejaban con razón, pero ninguno de mis amigos se inmutó y siguieron bebiendo. Yo la verdad es que estaba flipando, había como dos mundo dentro de un mismo asadero, los que estaban pasando un rato recordando los felices tiempos de instituto y nosotros, los Bestias borrachos recién llegados que no habíamos sido invitados.

Mientras tanto y sin inmutarse, Adolfo, que cuando bebe es como un bonachón que hace las cosas sin malicia, sin darse cuenta y con cara de inocente, se sentía cargado de alcohol y con la vejiga llena. Como en la azotea no había baño, no se le ocurre otra cosa que bajarse la bragueta y mear en un macetón en el que Bea tenía plantada una palmera. Allí delante de todo el mundo y sin ninguna vergüenza vació su vejiga despacio y de forma natural. El estaba convencido de que el baño era aquel.

Al rato, como teníamos hambre, a Adolfo no se le ocurre otra cosa que ocuparse de la barbacoa. Al no quedar carbón, recopilo todas las latas vacías que encontró, porque se le metió en la cabeza que eso ardería de la misma forma que la madera. Como no dio resultado la idea, Gerardo le dijo que no fuese idiota, que eso no ardía y que buscara algo de madera.

Mientras tanto, Gustavo parecía enajenado saltando a su rollo y diciendo tonterías. Su bigotillo rubio y su pelo anillado, no podía esconder la expresión de borracho desfasado, vestido con traje y corbata, se dedicaba a tirar chuletas sin cocinar y platos de plástico vacíos por los aires. Si sus clientes lo vieran, más de una venta se le hubiese caído.

A esas alturas del asadero, la gente ya empezaba a estar hasta los cojones de nosotros.

Entretanto, a Adolfo le volvió a dar otro apretón, pero como anteriormente le llamaron la atención por mear en la maceta, bajo al baño. La vecina de Bea acostumbraba a dejar la puerta entreabierta, porque solo eran dos vecinos y se llevaban bien. Cual fue la sorpresa de esta señora, mientras ella y su marido veían la tele sentados placidamente en su sofá, este individuo paso por delante de ellos, les dijo hola muy formalmente y entro a mear en el baño sin percatarse de lo que estaba haciendo.

Adolfo envés de bajar dos pisos, bajo solo uno. La cara de este matrimonio me la he imaginado cientos de veces. Que podían hacer, un extraño entra en su casa, da las buenas tardes, usa el baño y se vuelve a ir por donde mismo entró sin dar explicaciones.

Al mismo tiempo, una joven que estaba sentada al lado de Gustavo, que lo único que le faltaba a este borrego era babear, me miró y me dijo, “Mira, tu compañero me esta asustando”. Nunca me pude enterar que le había dicho este animal a esa pobre mujer. Lo que si te puedo decir, es que la muchacha daba la sensación de sentirse tremendamente acosada.

Al regresar del baño, Adolfo ayudo a Gerardo a tirar a un lado todo lo que estaba encima de una mesa que habían hecho para poner las cosas con un tablero y dos bloques, los amigos de Bea. Una vez despejada la mesa, Gerardo se dedicó a pegarle patadas a la madera para partirla y poder usarla en la barbacoa. Todo esto, bajo el estupor general de todos los invitados.


Una vez encendida la barbacoa y con unas llamas de un metro de altura, no se les ocurre otra cosa a los tres borrachos, que ponerla en el sitio donde más corre el aire. El problema fue que donde la habían puesto, era justo debajo de la antena de televisión. En menos de un minuto los cables se quedaron chamuscados.

Todos estos disparates pasaron en menos de una hora. Los absurdos se sucedían de forma vertiginosa y sin que nadie supiese darle solución.

Al poco de nosotros llegar, Bea se tuvo que ausentar un instante. Gracias a eso no estuvo en el momento en el que toda la gente del asadero, nos rodeó reprochándonos nuestro comportamiento y nos invito contundentemente a salir por patas. En menos que canta un gallo estos tres bestias, la habían formado. Cuando vi que o nos largábamos o nos mataban, les pedí disculpas a todos los presentes, intenté calmar el ambiente diciéndoles que mis amigos estaban muy borrachos como para darse cuenta de los que estaban haciendo, y me los lleve como pude.

El regreso fue un suplicio, me estuvieron tocando los cojones todo el trayecto.

El lunes siguiente a las ocho de la mañana, como Bea sabía que teníamos que pasar por delante del bar de su marido, nos espero para darnos un par de ostias verbales y alguna colleja. Cuando yo veo que se me acerca una chica rubia, muy bien vestida, con los ojos inyectados en sangre y cara de muy malas pulgas, se me pusieron de corbata. Tardé unos segundos en reconocerla, pero enseguida supe a lo que venía.

Empezó a hablarme como una apisonadora diciéndome; eres un puto mierda, quien coño son ustedes para ir a mi casa y montarla así con mis amigos, se merecen un par de hostias y blablablabla. De los gestos tan agresivos que hacía, los rizos le brincaban como látigos en busca de alguna victima que fustigar. Después de explicarle mi versión y recordarle que yo no bebía. Le comenté que fui por el simple hecho de no dejarles coger el coche. Que si no fuese por mí, se habría montado la de San Quintín, que hice lo que pude, pero estaban completamente arrebatados y que yo no me merecía ninguna marrona. Yo no hice nada, al contrario, me los llevé de allí y encima tuve que aguantarles la borrachera dentro del coche. Gracias a que sus amigos le dijeron de antemano que yo estaba sobrio y que fui el que me los lleve. Si no, me mata y me despeluza allí mismo.

Este incidente me hizo recapacitar, a partir de ese momento me emborrache como el que más. ¡Y que me aguanten la borrachera a mí!

Diez años después, todavía le recuerdo a Ramón aquella desafortunada invitación.

¡Cuidadín con lo que dices!. Te pueden hacer caso.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Búsqueda


Nos pasamos toda la vida buscando algo que no estamos seguros que podamos alcanzar. Sin saber que la felicidad no se busca, se logra.

Lo que deberíamos hacer, no es procurar encontrar la felicidad. El dolor y angustia que nos imponemos por no encontrarla, es evitable. Lo que nos convendría hacer es dejar de ser desdichados.

La felicidad es carecer de desdicha, y eso si que lo puedes llegar a controlar.

Normalmente las personas que son más felices, suelen ser las que menos tienen. Quizás sea, porque a fuerza de golpes han aprendido a encontrar el disfrute en las pequeñas cosas y han sabido descartar las que no necesitan.

La necesidad de poseer es una competición en la que tarde o temprano, nos sintamos perdedores. Siempre habrá alguien con algo que tú no tienes, el coche del vecino, la casa del amigo, el trabajo de tu cuñado, la fama del de la tele o el carisma de tu primo.

Pero lo más probable es que alguien quiera tener algo que tú posees, familia, trabajo, alguna virtud o incluso parecerse a ti. Esto significa, que tienes algo bueno de lo que no estás disfrutando ¿Por qué te ciegas buscando lo que ya tienes?

La felicidad está en lo tienes y no en lo que envidias.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El Club de Los Follapoco


El consejo más extraño que me han dado, fue un amigo que tenía unos seis años más que yo, un día sentimentalmente tonto por las copas y por un divorcio inminente a la vista.

No soy ni feo que espante, ni guapo que encante. Es con lo único que no se puede mentir cara a cara y en la playa. Por eso le doy gracias a la diosa Genética, el haberme hecho del montón.

En el fondo esa mediocridad te protege del desgaste de la belleza. Te ayuda a evolucionar como individuo y a desarrollar estrategias de supervivencia en la jungla nocturna, donde lo importante no es lo espeso del follaje, sino el saber protegerte con él.

Tú arrímate al guapo, ese pobre hombre apuesto, elegante, triunfador de la noche, con la picha con más callos del barrio, que ese va a ser tú anzuelo. Date cuenta, que el reparto, salvo en situaciones que se escapan a mi experiencia, es de una por bragueta. Esto nos hace ser vulgares cazadores al acecho de los descartes del saturado guaperas del grupo. Llévate bien con tú colega, te interesa su proximidad y buen rollo. Así estas en el mismo escaparate que él.

Espera y que se lo curre él, tu deja que tontee para atraer a la tía buenísima del local.

Por cada tía buenísima, según mis estadísticas, hay dos amigas buenas, tres guapas al cuarto cubata y cuatro que están bien una hora antes del coma etílico. Si a esto le sumas, que con suerte la escala de valores estéticos de alguna de ellas es la misma que la tuya, solo tienes que beber y esperar.

Eficiencia amigo, se trata de ser eficiente en la selección. Descarta rápido a la que no puedas seducir con tu careto, tira siempre por lo bajo para ir ascendiendo luego, pero no seas capullo, sopesa bien y no te subestimes. Date cuenta, aunque no lo sepas, que si no eres guapo, la vida te ha enseñado a ser simpático, explota ese recurso una vez que tengas merodeando a una presa en potencia.

Hay veces que conviene ser relativamente directo, sin pasarte, intenta actuar con cierto desparpajo.

Si te sientes inferior y nervioso, pero ves que currándotelo un poco la pava podría llegar a estar interesada en ti, no la cagues rindiéndote de antemano, persiste.

Para que puedas mantenerte equilibrado en la negociación emocional con la fémina, yo tengo un método para liberarte de la tensión sexual del momento. Piensa que detrás de cada tía buena que ves, hay un tío cansado de tirársela. Eso te ayudará a mantenerte sin babear. La verás más accesible.

No seas un capullo egocéntrico, no hay necesidad de ser el idiota del grupo. Para pasártelo bien no tienes que aburrir a nadie.

Cuando después de varias noches tienes tú pareja lograda (no te emociones capullo, el que eligió no fuiste tú, fue ella). Tienes que tener muy claro, la profundidad que estáis dispuestos a tener en un futuro. Para eso hay una escala de compromiso.

Si te presenta como un amigo. Tienes tiempo a deshacerlo fácil, se trata solo de sexo ocasional. Si no la cagas.

Si te presenta como mi chico. Ya te la estarás tirando fijo, saliendo a cenar, a pasear y poco más.

Si te presenta como mi novio. Serás ese tío, fuera del mercado sexual, harto de tirarte a la misma que llevas del brazo.

Una vez que eres ese novio, que por no discutir estas dispuesto a aceptar que gracias a tu novia vistes mejor, que tus amigos ya no son tan amigos, que sus amigos si son guais, que no puedes salir solo los sábados. Ahí, ten presente lo pardillo que eres ignorante, saliste a cazar y te dieron un tiro en el culo.

Prepárate para el chantaje emocional. No mires a otras, si lo haces eres un cerdo. Pon distancia con tus amigas de antaño, si te muestras cariñoso como siempre los has sido con ellas, tendrás una semana de castigo psicológico durísimo.

Tendrás que estar continuamente sopesando la forma en que le dices las cosas. Resalta sus valores positivos y olvídate de los negativos.

Si tienes que pensar en algo rápido y bonito, piensa en su mayor defecto y dile lo contrario pero sin exagerar mucho, que es una tía y quiere mentiras piadosas, no que la tomes por gilipollas.

Aprenderás a aceptar que te marquen como si fueras su posesión, para que otras no se fijen en ti.

Cuando más miraditas te mandan y más se insinúan otras hembras, es cuando estas trincado y no cuando no me comía un rosco. Como eso lo sabe tu pareja, estará siempre alerta para darte una colleja si tu vecina te mira. Porque la culpa es tuya por no decirle nada a esa guarra buscona, porque las tías son todas unas zorras, porque ya no me quieres, porque no sabes el daño que me haces. La charla destruyeneuronas, te hacen sentir como una mierda con testículos.

Sin comértelo ni bebértelo estas metido en un follón del que no sabes como salir. En ese caso solo te queda ser condescendiente, paciente, darle seguridad de que sus posesiones están a salvo y echarle un polvo.

Cuídate de ser demasiado laxo. A las tías les gusta que le den caña de vez en cuando, eso las mantiene interesadas en ti. Niégate a hacer cosas alguna que otra vez, mantente en tus trece un tiempo y después cede.

Una vez que pases por todo esto, el siguiente paso es irte a vivir con ella y entrar en el grupo de los follapoco. Y bien venido al club, infeliz.

El ejemplo es Gila

Cuanto hecho de menos a Gila.

El humorista que más me gustaba. No solo sabía hacerme reír, sino que lo hacía de forma respetuosa y sin necesidad de ridiculizar a ninguna persona, se limitaba a contarte situaciones grotescas en un entorno amable sin caer en la ofensa. Intentaba burlarse de contextos imposibles dentro de supuestas guerras donde no moría nadie. Cogía su teléfono y se ponía de acuerdo con el enemigo para que no le disparasen a la hora de la siesta, reclamaba que le mandaran los agujeros de los cañones porque no le llegaron con el pedido. Era auténtico y original, siempre con su camisa roja y su cara con esa media mueca, te hacían pasar un buen rato de humor fácil y amable. El destino le dio la oportunidad de salir ileso de un fusilamiento en la guerra civil, para dedicar su vida a hacernos reír, planteándonos un punto de vista en el que le quitaba todo dolor a cualquiera de sus relatos bélicos.

Actualmente, sus historias forman parte de nuestro recuerdo más dulce e inocente.

Hoy en día tengo la agradable sensación, de que por fin, hay alguien dispuesta a coger el relevo de sus peripecias en conflicto cariñosos y de guerras donde nadie corre peligro.

Gracias Carma (Carme Chacón), te llevábamos esperando mucho tiempo. Esta mujer no solo es el digno relevo de nuestro querido Gila. También es la persona que más ha entendido su humor y su filosofía de guerra. ¿Para qué mandar a nuestros soldados con chalecos antibalas a Afganistán? (cada uno si lo quiere, se tiene que costear el suyo). Es que no nos damos cuenta que las escopetas del enemigo no tienen agujero. El otro día me dijo un amigo que mandan a nuestros soldados para allá con una gafa de visión nocturna, para que la compartan entre veinticinco soldados. ¡Pero alma de Dios, para que derrochas tanto! llama a los terroristas y les dices que la jornada empieza a las nueve de la mañana, la noche es para dormir o jugar a la baraja. Lo que está claro, es que hacía falta alguien así, con un aire femenino y benévolo. Ahora con eso de la crisis e oído que llamó al enemigo, a no se que Husein, para decirle que si se podían poner en fila india. Que nos venía mejor con un disparo cargarnos a tres o cuatro, por eso del ahorro.

Es que en el ministerio le dieron un curso de economía y eficiencia, por lo visto nos viene mejor ahorrar en eso de disparar, para cubrir otros gastos más prioritarios.

Está claro que no se puede escatimar es en el uniforme de las soldadas. ¡No pueden ir en pantalones como los hombres! Por lo visto, eso es machismo.

¿La prioridad en una guerra no era tener las menos bajas posibles? Pues, lo que da a entender nuestra querida ministra es; cuídate tu solita de que no te maten, que yo cuido que tengas una bonita falda.

Los ministros que estaban antes no entendían que una mujer no puede estar así en una guerra, con pantalones y sin arreglar. Aunque en ello les vaya la vida.

Gracias que llegaste Carma, nos hacía falta algo de humor y buen gusto en el frente.

martes, 1 de septiembre de 2009

Miedo


Hace algún tiempo fui consciente del poder de la palabra miedo. Es una sensación que nos acompaña de forma intrínseca, a lo largo de nuestras vidas y la responsable de gran parte de de nuestras decisiones, aciertos y errores.

Es tan importante, que quien lo sabe usar para su beneficio, puede llegar a dominar a las masas.

Los ejércitos existen por miedo a las agresiones externas, y muchas de las guerras empiezan por el miedo de los países al sentirse amenazados.

Con la guerra fría había dos bloques perfectamente definidos, que se temían de igual forma el uno al otro. Y el miedo jugaba un papel de equilibrio inmensamente importante, para que no hubiera agresiones significativas por parte de ninguno. Las famosas guerras preventivas del nefasto Bush han dado al mundo más miedo, inseguridad, sufrimiento, muertes y desorden del que había anteriormente con la guerra fría. La lucha ahora es de ejércitos y policías, contra terroristas que se inmolan para matar población civil.

De todas formas, con Guerras Frías o Preventivas, el miedo de los dos bandos se traduce en una suculenta cuenta de resultados para los productores las armas y explosivos. ¿No sería más lógico pedir explicaciones de sus ventas, a los fabricantes de armas y explosivos?

Las religiones llevan usando el miedo a la condena eterna desde que el mundo es mundo. Te dominan metiéndote miedo si no sigues su doctrina, ¡te vas a arrepentir en el más allá! te insinúan. Pero sin embargo los jerarcas religiosos te tienen a su disposición en el más acá, para manipularte a su antojo y jugar con tú fe.

Los mayores miedos son los que tu mismo te impones. Nadie mejor que tú saben cuales son tus defectos y miedos. Este es un peso difícil de llevar y que tienes que aprender a controlarlo para que no te destruya. ¿Cuantas veces tus miedos o prejuicios te han impedido avanzar? Es muy difícil, pero importante, ser objetivo contigo mismo en algunas situaciones de tu vida para que no seas tú tu mayor obstáculo.

Es un sentimiento que lo llevamos de serie cuando nacemos. Los bebés tienen miedo a sentirse solos, los niños temen a sentirse solos, a los bichos y monstruos, los adolescentes a sentirse solos, desplazados, al ridículo y a ser inferiores dentro de su propio grupo. Los mayores no solo tenemos miedo de todo y a todo, sino que al ser conscientes del poder que conlleva este sentimiento lo solemos usar, conciente o inconscientemente, para atenuar nuestros propios miedos intentando amedrentar a otros sin importar el daño que hagamos.

El miedo forma parte del proceso de aprendizaje. A los niños siempre se les ha asustado con el hombre del saco, para que no salgan solos a la calle y desconfíen de los desconocidos. Por lo tanto es necesario como método de control y contención de algunas situaciones.

Es un sentimiento necesario, para mantener alerta nuestro instinto de supervivencia, sin miedo haríamos verdaderas locuras y tomaríamos decisiones muy arriesgadas e incorrectas en muchas ocasiones. Pero también es un lastre muy pesado en la mayoría de nuestros pensamientos y decisiones. Aunque en ciertas ocasiones sea inevitable, no se puede vivir continuamente atemorizado, porque esto hará que no calculemos el contexto con la suficiente lucidez para darle una solución medianamente coherente a la situación que se está viviendo.

Tenemos terror a perder nuestro estatus, nuestro poder adquisitivo, nuestro trabajo, nuestros familiares y nuestras posesiones, sin darnos la oportunidad muchas veces de disfrutarlos. Somos los seres vivos con la mayor capacidad de adaptación al entorno y a las adversidades, pero también somos los animales a los que más no asusta una situación desconocida. Esto nos hace infelices de antemano, cuando se intuyen aires de cambio siempre habrá algún miedo por ahí que nos aflora. Al final, sufres de antemano algo a lo que te adaptaras irremediablemente si algún día se cumplen tus temores. Muchas veces vives angustiado en vano, perdiendo un tiempo precioso y una fuerza vital irrecuperables, por una cosa que posiblemente no suceda.

Algunas tácticas comerciales usan el miedo para tener éxito, sabiendo que si lo generan de forma implícita consiguen el resultado esperado. Por ejemplo, a los gorrillas les das uno o dos euro para que no te rompan el coche, sabiendo que son ellos los que causan los destrozos, si lo meto en el parking ahorro complicaciones y me evito problemas. A los seguros de vida les interesas que tengas miedo a dejar desamparados a tus familiares. Cuantos familiares de fallecidos no reclama la indemnización, por no saber que existía un seguro de vida, siendo infructuoso el esfuerzo realizado por el difunto (suele pasar en accidentes de tráfico donde muere el matrimonio, y los herederos legales no saben que las víctimas estaban aseguradas). El miedo del fallecido, unido desconocimiento de los familiares, es el negocio de bancos y aseguradoras. En Estados Unidos mueren miles de personas al año por accidentes domésticos con arma de fuego, habiendo sido compradas según los vendedores de armas para sentirse más seguros y proteger a la familia de un hipotético enemigo. No sería mejor poner una alarma y cerrar las puertas.

Las decisiones es mejor tomarlas aplicando el sentido común y no el miedo. Si no pecaremos de incautos.

La mayoría de las veces intentan atemorizarte, simplemente por intentar dominarte en un escenario en el que posiblemente, sin que te hayas dado cuenta, seas tú el que ostentes la situación de poder. Lo mejor, es sopesar la situación y las diferentes alternativas que te ofrece la realidad para no ceder al chantaje psicológico, e intentar ver la cuestión desde otro lado, para evitar que los intereses de terceros te perjudiquen.

Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que cada vez que alguien me venga metiendo miedo, mi primera reacción sea desconfiar de las buenas intenciones. Y cada vez que yo mismo me meta miedo, me pararé a tantear la situación. Difícil, pero se puede intentar.

lunes, 17 de agosto de 2009

Si los presuntos hijos de puta volaran

Te propongo un juego. Como la violencia no me gusta, siempre soy el que corro delante.
Y dedicarte a insultar a quien te pueda denunciar, te puede salir caro.

Porque no jugamos al juego de la presunción, presunto culpable, presunto responsable o por qué no presunto hijo de puta.

Las normas son las siguientes:
1 Expón tu crítica en el apartado de comentarios de este relato.
2 Tienes que empezar diciendo; Si los presuntos hijos de puta volaran blablablablablabla……………….
3 Terminar diciendo;………… estallen contra el suelo.
4 Estará bien visto meterte con el gobierno, los bancos y demás presuntos cabrones.
5 Tienes que tener dos dedos de frente, si te pasas o la cagas es tú problema. Yo ya tengo bastante con mis historias.

Ejemplo:
Si los presuntos hijos de puta volaran, las motos a escape libre no las usarían los cabrones inconcientes por las noches. Irían a la discoteca volando con sus alitas narcotizadas. De todas formas habría que seguir haciéndoles controles de trafico, para que no se estallen contra el suelo.

Vampiros

Una de acepciones de vampiro, concretamente la tercera de mi diccionario, dice así; persona codiciosa que se enriquece por malos medios, a costa ajena.

Eso me trajo a la memoria que hay una empresa especialmente constituida para recaudar por las creaciones de los artistas.

Tienen la tarea de escrutar todos los saraos, reuniones, bodas y bautizos para que pagues, si eres consumidor de cultura.

Le pagamos el famoso canon en los CD´s, reproductores de música y video y demás artilugios, haciéndonos desembolsar de antemano la posible, y solo posible, copia ilegal.

Persiguen de forma leonina lo que ellos llaman pirateo, ¿por qué persiguen el pirateo si ya hemos pagado implícitamente la multa de antemano?

Quizás sea el poder que tienen controlando los medios, que están muy vinculados a ZP (ministra incluida) o simplemente que comprar y mantener palacetes sea muy caro. Lo cierto es que nos han fiscalizado todo lo que se ve y suena de una forma muy eficiente. Tanto, que hay veces que no les importa ir en contra de la cultura.

Si en las fiestas patronales ya era complicado sacar financiación, que la gente se implicase sin ánimo de lucro, ahora dile a las asociaciones de vecinos y pequeños ayuntamientos, que les va ha salir más caro hacer la obra de teatro que llevan representando toda la vida, que los fuegos artificiales.

Sin ir mas lejos, al pueblo de Fuente Ovejuna han llegado a pedirle 31.000€ por representar la obra en la que Lope de Vega habla de ellos, en la fábula que todos hemos leído en el colegio. ¿Quien es el pirata aquí? Lo lógico no sería que Fuente Ovejuna cobrara por que usen su nombre.

Como estos sigan así, me gustaría que en este país algún día fuésemos todos a una, para acabar con la tiranía de esta máquina tragaperras. Como en la fábula.

Si nos multan por consumir nuestro patrimonio histórico y cultural en las fiestas tradicionales de nuestra infancia, terminaremos celebrando las fiestas solo con ritos aborígenes, o simplemente no celebrandolas, por no podrerlas costear.

Espero, que no me hagan pagar todas las veces que he cantado borracho en los cumpleaños, bodas y romerías. O cuando de pequeño terminaba una peli del oeste, y yo cogía el cepillo de mi madre como caballo y jugaba a que era el protagonista de la película. Mejor me callo, que estos huelen las comisiones.

De todos modos, ya estoy tomando medidas drásticas, no quiero darle un duro a esos sangujuelas de la cultura.

Lo que más me va a costar es no tararear las canciones de la radio en el coche. Igualmente le he dicho a mi mujer que no le este leyendo cuentos a nuestro hijo, que si un día nos viene una multa la paga ella. También eso de silbar mientras tiende la ropa, que se olvide. Lo peor es como le explico al niño, que lo tengo que quitar de la rondalla, será lo más duro.

En casa quedan suspendidas las fiestas del pueblo desde ya, de repente las procesiones conllevan derechos de imagen o algo así. Y al partido de solteros contra casados, ¡va a ir el cura!, que siempre hay algún gracioso que lleva una camiseta con alguna frase susceptible de pago.

Se me jodieron las fiestas del barrio, pero me da igual, me quedaré en casa jugando a la consola.

Yo ha esos vampiros no les doy el gusto de quedarse con mi dinero.

¡Aaaa! Por prudencia. Mañana desaparezco el video de mi despedida de soltero, que si mal no recuerdo, salgo contando La Ramona y Clavelito al final de la juerga.

viernes, 14 de agosto de 2009

¿Futuro?


Hace diez años mi meta a nivel laboral era mejorar y prosperar profesionalmente, me auto inculqué una mentalidad evolutiva con la firme convicción de que la formación era prioritaria, la seriedad en el trabajo fundamental y el sacrificio en la faena diaria era mi lema. Esto me enriquecía porque no me sentía estancado, los cambios ascendentes que fui realizando, me fueron demostrando que no estaba equivocado en el planteamiento. El camino estuvo plagado de socavones, pero a medida que maduraba me afectaron menos y lograba consolidar una estabilidad laboral importante.

La buena imagen profesional que des en tu puesto de trabajo, te ayuda a posicionarte y a desmarcarte, esto repercute en tu empresa haciéndote un valor en alza dentro del sector. Ese es el escaparate en el que estas expuesto.

El mundo laboral es una exposición continua en la que te tienes que hacer valer. No solo se trata de ser profesional sino también de parecerlo y para eso no hace falta decirlo, se demuestra con la actitud diaria. Y se te reconoce, cuando ves que otras empresas pujan por tus servicios.

Nunca entendí a quien no se tomaba en serio su trabajo, ese tipo de actitud es una forma de eutanasia profesional, repercutiendo en inestabilidad laboral y teniendo las consecuencias personales que conllevan los vaivenes laborales.

Estamos en nuestro puesto de trabajo muchas horas, más de las que le dedicamos a nuestra vida privada, la única forma de no vivir sufriendo es adaptarte al medio laboral y crecer, de que te vale estar continuamente en tensión y a disgusto haciendo algo que no quieres hacer, en ese caso es mejor marcharse.

Para estar en el mercado es imprescindible no estancarte, evolucionar y formarte. Ser consiente que la formación no solo se imparte en escuelas y academias, la formación también la encuentras con el día a día y en los compañeros, es la curiosidad laboral y ganas de aprender lo que te enriquece.

Por el camino he encontrado a personas que no se preocupan de lo que están haciendo, no tienen la más mínima intención de progresar, ni respeto por su trabajo y no entienden que la única forma de garantizarse el futuro es crecer para ser lo más inmune posible a la criba del cambio. Hay algunos que sólo conocen sus derechos sin querer ser conscientes de sus deberes. Normalmente este tipo de personas son reacias a formar a otro compañero, quizás por tener la equivocada sensación de que otro le va a quitar el trabajo. Los requisitos laborales de cada puesto cambian y el trabajador si no crece tiende a quedarse estancado, poniendo en peligro su continuidad en la empresa y en el sector al que pertenece.

Estamos en un periodo de crisis profunda, mucho más de lo que nos quieren hacer creer, no sabemos hacia donde vamos y lo acertadas que serán en un futuro las decisiones que ahora tomemos. Tenemos la sensación de que esto se nos ha ido de las manos, lo que antes era lo lógico y correcto, ahora es una temeridad y en un futuro quien sabe.

Hemos entrado en la necesidad de que las empresas no sólo no crezcan, sino que para subsistir tengan que menguar y eso significa despidos, para poder hacer frente al peso de las infraestructuras y los compromisos de pago. Al estar todo sobredimensionado hemos pasado de la obligatoriedad de crecer a la imperiosa necesidad de mermar instantáneamente.

La destrucción de las empresas no sólo representa la pérdida de puestos de trabajo con sus inherentes dramas familiares. También significa que se pierde la dinámica empresarial, se ralentiza la inercia del negocio. Métodos de trabajo que han costado años implementar desaparecen, técnicas que han tenido que transcurrir años para poder llegar a ser eficientes se esfuman y mucho tiempo invertido resulta inútil, en definitiva el potencial humano que se pierde es escalofriante.

Todos vemos la solución en el consumo, tenemos que consumir para reactivar la economía, si no se consume no se crean puestos de trabajo. Pero sin puestos de trabajo es imposible que se consuma.

La solución es complicada porque el que tiene dinero no asume riesgos, no compra y el que no dispone de capital además de no quererse endeudar más, tampoco encuentra líneas de financiación. La solución a nivel global sería consumir para reactivar, pero a nivel personal si puedo ahorrar, no gasto por miedo a no poder subsistir en un futuro.

Nos encontramos con el problema añadido que todas las familias que se han quedado sin trabajo tienen que disfrutar de cobertura social, pero la solución no solo es esa, las prestaciones son necesarias pero peligrosas. Si no se acompaña de un plan de apoyo a la pequeña y mediana empresa, que son las que mantienen el país, el estado se queda sin recursos y el sistema quiebra.

Según mi criterio, es imposible que se creen puestos de trabajo si no se apoya fuertemente al sector empresarial. Sin empresas no hay trabajadores.

En este país los medios nos venden que las empresas son los grandes astilleros y las empresas automovilísticas y no es así.

Las PYMES son las grandes olvidadas de la crisis. Todos los sectores donde entran en juego los bancos, las grandes corporaciones automovilísticas, etc. han sido mimados y ayudados con ingentes cantidades de dinero. Si esos recursos se les hubieran inyectado a las PYMES probablemente los bancos no tendrían morosidad, se venderían más coches y la economía no se vería tan tocada.

Posiblemente sea un problema de planteamiento. Si no proteges a los peces pequeños para que crezcan y se reproduzcan terminarás expoliando el río, date cuenta que los peces grandes también viven de los pequeños.

Se esta matando el futuro y derrochando las arcas públicas. La solución no esta en sanear las cuentas de resultado de media docena de grandes empresas, la solución quizás esté en salvar de la quema a miles de PYMES que son el motor de la economía y que la única solución que se les ha dado son unas líneas de financiación que nunca conseguirán, y si las consiguen les supondrá un lastre económico del que difícilmente salgan.

No es lógico que a las macro empresas se les inyecte dinero para sanear sus cuentas sin pedirles nada a cambio y a las pequeñas se les endeude aún más, siendo las PYMES como contribuyentes las que ponemos gran parte de ese dinero.

El futuro económico es verdaderamente angustiante, no sabemos donde estaremos el año que viene, no sabemos que profesión tendremos ni si podremos conservar nuestra vivienda. La incertidumbre económica es total.

He invertido en mi futuro laboral muchos años, esfuerzo y dinero, sin que posiblemente me valga para nada dentro de seis meses o un año.

Como autónomo, siento que se me está penalizando por haber evolucionado y sido participe en la medida de mis posibilidades del desarrollo económico de la sociedad y del país, poniendo en juego mi patrimonio personal y familiar, para poder llevar a cabo un proyecto donde veo que no estoy en igualdad de condiciones con las macro empresas, a las que se les ofrece todo por el echo de cotizar en bolsa o salir en los telediarios.

Recuerdo una conversación hace unos meses, en la que mi padre me decía que en la situación económica que estamos, nunca antes había estado, que en las anteriores crisis se pasaban apuros, algo de incertidumbre, pero se tenía la percepción que todo iba a mejorar con el paso de los meses, se tenía esperanza y se daban soluciones. Hoy lo veo, pesimista y asustado, diciendo que esto va camino de una hambruna o de una quiebra total del sistema.

Mi temor es que cuando los mayores del lugar te lo pintan así de negro después de haber vivido una posguerra, solo me consuela pensar que cabe la posibilidad de que se equivoquen.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Cuanto sabe el Peluca

En mis vacaciones, fui un martes a las once de la mañana a visitar a una tía y me encontré en la escalera con su vecino de toda la vida, Juanma el peluca. Como hacia tiempo que no le veía se me ocurrió preguntarle en que se estaba trabajando ahora y me contestó.

No soy ningún idiota, si somos cuarenta y seis millones de españoles, ¿por qué tengo que ser yo quien trabaje? Que trabajen los demás gandules, yo tengo mis ideales y eso no se toca. Hay un montón de ayudas, pero si trabajas no te las dan, sólo tienes derecho si no estas cotizando. Tengo derecho a una paga digna, yo soy español, además para que se lo quede hacienda me lo quedo yo.

El truco esta en trabajar hasta acumular algo de paro. Buscas curro a mediados de junio o julio, como los encargados y los jefes cogen las vacaciones en agosto no te molestan mucho, tienes agosto y parte de septiembre tranquilo sin matarte mucho, curras normal octubre y noviembre, diciembre tiene un montón de puentes y en enero les empiezas a tocar las pelotas para que te echen. Con la indemnización, el paro y los business escapas hasta el verano.

Hay un montón de fachas que lo único que quieren es explotarnos, yo soy un rebelde y nunca entraré en ese juego, que paguen ellos que son los ricos.

Paso de la política pero soy socialista, esos del PP nos quieren quitar las pagas y no piensan sino en las empresas. Son los empresarios explotadores los que han creado esta crisis para joder al gobierno. A mi no me engañan.

Llevo tiempo pensando en meterme en algún sindicato, no tengo claro si en ese que se llama (JDT) JoDeTe o el otro (C.O) Camiones de Obreros, iré donde paguen más, donde pueda trabajar desde casa, se respete a rajatabla los turnos, las vacaciones, los días de asuntos propios y sea fácil escaquearse.

Yo podría aportar mucho a la sociedad, tengo buenas ideas. Lo que paso de decirlas pa´que no me las copien.

No entiendo por que piden tantos papeles para que me den la paga a la que tengo derecho, debería ser algo automático que no me hagan perder el tiempo en colas, no entienden que uno tiene vida social en la plaza del barrio. Otra cosa que está mal es que el paro se termine, debería durar más tiempo, o darme una tarjeta de crédito y así ellos lo pagan a plazos.

A estos sindicatos le hace falta un empujón. Una vez casi voy a una reunión a la que me invitó uno con el que trabaje, pero a quien se le ocurre hacerla un viernes a las siete de la tarde, los viernes se suelta a la una. Yo no le regalo un minuto de trabajo a nadie y al sindicato se irá a hablar de trabajo, ese tiempo debería pagarlo la empresa o el gobierno.

Hay un montón de fachas metiéndose con el gobierno de ZP. Estos no hablan sino que si productividad, que si la competitividad, que si las arcas públicas, que si la seguridad social no se sostiene, que si crear más trabajo. Solo quieren meternos miedo para enriquecerse y putearnos. Son unos caciques que quieren quitar todas las ayudas y yo ya tengo cuarenta tacos pa´que me estén vacilando.

Yo entre la ayuda o el paro, según me toque y algún trapiche por ahí, voy escapando, pa´que me voy a volver loco. Hace una semana fui a pintar la casa de una vieja, me gané 600€ y la tía me dice que si le hago factura. Señora, ¿usted se cree que yo soy del Carrefur o que?

La movida fue el otro día que me visito una trabajadora social, y porque vio que me había comprado una play nueva y el plasma de 50” me amenazó con quitarme la ayuda. Como ella es funcionaria y se puede comprar lo que quiera, viene aquí al barrio a pisar a la gente. Gracias que se me ocurrió decirle que eran del Charli, que había dejado a la Guacy porque le puso los cuernos con el gitano. ¡Escapé loco¡

Mañana tengo que ir a recoger las llaves de una vivienda que me va a dar el gobierno. Tengo una partida de dominó con los colegas, y si no encuentro a alguien que me haga el favor voy a tener que suspenderla, no son capaces de acercármelas a la plaza del barrio. Encima tendré que coger por lo menos dos guaguas. Malditos gandules ya podrían traérmelas aquí.

Bueno adiós, me voy que son las once y media de la mañana y hoy es el cumpleaños del Chino, a ver si nos vamos de farra.

Adiós peluca. ¡No te mates mucho que se enfada Zapatero!

lunes, 10 de agosto de 2009

No todas las fieras son gatos

Nunca te has despertado con un cabreo monumental sin saber por qué, pues yo si.

No sé si fue que soñé con el recibo del Ibi, el de la luz, que era día laboral, o que los gatos del vecindario estaban peleándose a las 2:00 de la madrugada por alguna gata. Lo que si se, es que la sangre me hervía. Me molestaba todo, al primero que me viniera con alguna tontería lo iba a despellejar a capones.

Cuando te pase eso, ten cuidado.

El otro día tuve un comienzo de jornada así, me arrepiento de no saber sopesar al contrincante al que me enfrentaba en ese momento. A la primera victima en potencia que vi fue a mi mujer, y te puedo asegurar que salí trasquilado.

No se si le afecto también lo de los gatos o influyo en algo que esa noche llovió y yo dejara el tendedero al exterior y justo debajo de donde caía el desagüe del techo de tejas.
Por el maldito tendedero de las narices me metí con alguien que estaba más cabreada que yo.

Al final, las orejas me llegaban al suelo de la bronca, ella encima tenía argumentos para estar cabreada y yo me tuve que marchar de casa con el orgullo herido y la sensación de que si cogía un gato le iba a meter el tendedero por detrás.

La próxima vez me meto con el gato y no con la fiera.

Las tetas de mi vida


Ayer viendo la tele me di cuenta de las tetas que habían pasado por mi vida.

Evidentemente las primeras son las de tu madre, te alimentan y protegen en los primeros momentos de tu vida. Eso no solo es reconfortante, sino que se tienes que estar eternamente agradecido, el primer alimento que percibes vienen de tu madre a través de ahí, por eso se merece todo el respeto y admiración como parte de tu primer sustento vital.

Las segundas tetas que conocí fueron de niño y eran las del pan. Que alimento más resolutivo el pan, gracias al pan se han atenuado hambrunas y alimentado a la humanidad durante miles de años, yo tengo una especial predilección por sus tetas. Ya es hora de que alguien vaya pensando en hacerle un homenaje en condiciones, al pan y a sus tetas.

Las terceras tetas que conocí, fueron en la post-adolescencia. De este tema no puedo hablar mucho, sólo quiero decir que fue divertido, no es que sea un caballero, sino que ahora estoy casado. Corramos un tupido velo.

La cuarta teta que vi de cerca fue el ejército. Ahora ha cambiado a mejor, se juegan la vida en infinidad de misiones humanitarias representando España, pero cuando yo estuve fue la época donde los soldados éramos de reemplazo y lo único que aprendí fue a barrer el patio y a esconderme para que no me hicieran barrer sobre lo barrido. Había una infinidad de mandos chupando de la teta y su única obsesión era que les saludaras militarmente y verte barrer. Cuando me quedaba menos de un mes para licenciarme me fui al oculista para poder escaquearme de barrer, cual fue mi sorpresa cuando me dice el capitán que yo no tendría que haber hecho la mili y tuve que usar un enchufe para quedarme. Antes te pedían la mili terminada en muchos trabajos del gobierno.

Mis quintas tetas fueron a pares ¡Que buenos recuerdos! No puedo decir nada al respecto, esto lo leerá mi mujer.

Mis sextas tetas son las que han alimentado a mi hijo, aunque sí les tengo cariño, mucho más le tengo a lo que esta detrás, mi mujer ese ser maravilloso, sorprendente, extraordinario y blablablablabla. Las quiero mucho y a mi mujer también.

Mis séptimas tetas son las que nunca he tenido. Estas tetas con mis respetos a las anteriores, si que son tetas. Las que tienen los políticos, esas tetas la menos que vale cuesta un millón. Ayer me enteré que un velódromo con un presupuesto inicial de 48 kilos, terminamos pagando los españoles 100 millones ¿es o no es eso una buena teta? Anteriormente a esto han salido no se cuantos alcaldes, concejales y chupópteros, que no solo han chupado de su teta, sino que han creado más para sus familiares y allegados. No entiendo el descaro con el que se ha expoliado a nuestro pueblo, no es extraño que seamos el país que más se ha derrumbado en esta crisis internacional si la corrupción y el derroche eran la tónica en cualquier despachos del político de turno. Robar de esta forma está bien visto aquí, incluso se discutió en un parlamento regional sobre el 3% de comisión que se llevaba un afamado político, y nunca pasó nada. Es tan extensa la podredumbre en nuestra clase política que cuando sale un caso de corrupción de un partido politico, el contrincante le saca tres. A mi juicio, esto significa que cuando un partido se entera de algún chanchullo del contrincante no lo denuncia, se guarda la información como moneda de cambio para sacarla en el momento más ventajoso políticamente.

Es inconcebible que nos gobiernen así, la clase política está devaluada, en nuestras cabezas cuando oímos política, es sinónimo de soborno. Desde el punto de vista de un político la riqueza de un país se mide con la capacidad que tenga el mismo de ser expoliado.

No me gustaría llegar ver que rica era España.

Yo como ciudadano, hoy por hoy no les pido que dejen robar, lo que si les pido, es que roben menos que son muchos.

viernes, 7 de agosto de 2009

Mora no es la mujer del Moro.

Hace una semana me llegó una carta del banco, esta misiva empezaba diciendo. Nos dirigimos a usted, en relación con la actual situación de la cuenta. Y terminaba, Así mismo le informamos, que de no producirse una solución favorable en los próximos días, nos veremos obligados a incluirle en ficheros de solvencia patrimonial, según la legislación vigente…………………..

De repente me he convertido en moroso. Pero como he llegado a esto, si no derrocho el dinero, he suprimido todos lo que no es rigurosamente necesario, mi última compra fue hilo para remendar mis calzoncillos.

Después de ir digiriendo mi nuevo estatus social empecé a recapacitar.

Haber, que he hecho mal, mi sueldo es el mismo, mis gastos son menos, llevo mucho tiempo comprando marcas blancas, no salgo de fiesta, pongo el limitador de velocidad a 80 Km/h. por la autopista, desenchufo los electrodomésticos cuando no los uso, no tomo café ni desayuno fuera de casa e incluso los reyes en las navidades pasadas no me visitaron.

¿Quién me esta robando el dinero?

Desgraciados, si son ustedes quienes me han llevado a esta situación. Llevo dos años pagando 400€ más al mes de lo que firmé en la notaría. Esto significa que he pagado 9600€ de más, por lo tanto, es como se hubiera pagado 12 meses por adelantado, eso es todo un año de hipoteca.

Entonces tuve la sensación de no estar en igualdad de condiciones. A ver, he pagado una autentica barbaridad más de dinero del que ahora les debo en cuotas y nadie sabe donde esta.

Imaginemos que yo no solo cobro tarde o cada dos meses como es mi situación actual, sino que además pierdo el trabajo, no les podré pagar, por lo tanto me quitarán la casa, como la casa vale menos ahora, les deberé dinero, y lo mismo con el coche. Como los banqueros sois muy listos, seguro que en algún momento habré firmado algo donde diga que les pertenezco.

Además, cuando yo cobro más tarde, cobro lo que me pertenece y a nadie se sorprende, pero cuando le devuelves un recibo a un banco te cobran gastos de devolución, comisión por haberles molestado, gastos de correo, la ortodoncia de la hija del banquero y la madre que les parió.

Una vez pregunté, si un banco quiebra, ¿qué pasa? Bueno, nuestro banco es uno de los que más activo tiene, tenemos un volumen de negocio de blablablablabla. Vale pesao, pero ¿qué pasa?

Pues lo que pasa es que como el estado nos avala con tu dinero, tienes garantizado 100.000€.

¿Me estas llamando idiota?

Vamos a ver, si yo, un españolito de a pié me arruino. Me perseguirás toda la vida para que te pague lo que te debo, más los intereses, más un porcentaje que la ley te permite levantarme, más las costas del abogado y procurador, más incluirme en no se cuantos ficheros por estar en mora, mis hijos podrán heredar la deuda etc. etc. (hijos de la gran banca)

Pero si tú te arruinas y yo te he dado tres millones de euros que me gané jugando al parchís. Tu me das solo 100.000€ que yo mismo como ciudadano y sin que nadie me lo consulte te he avalado. ¿Qué coño estas fumando bank-carota?

Recuerdo que una vez que en una oficina del Banco no se que, la directora estuvo seis meses intentando endiñarme unos sartenes, después de resistirme todo ese tiempo, llegó el momento de revisar la hipoteca y como buena comercial, me dio a entender que podía ser un poquito más benévola si me llevaba la mierda de sartenes. Como yo le había dicho durante los seis meses anteriores que no estaba dispuesto a ingresarle 2.500€ en ningún fondo de inversión, se inventó la formula ideal para mí, me sacó un préstamo de ese importe y lo ingreso en el fondo de inversión. Evidentemente los gastos corrieron de mi cuenta. Lo más gracioso del tema es que al final, lo único que tengo que agradecerle es el intento, por que según su versión en la central no le autorizaron a mejorarme el interés. (Banqueros rastreros)

No son más que unos vulgares especuladores, que su negocio es enganchar a la gente de forma que esté lo más indefensa posible y usando métodos propios de vulgares traficantes, que te regalan la golosina envenenada para luego venderte la droga. Una vez que te tienen, van robándote el alma a comisiones. Invierten tu dinero donde les da la real gana sin pedirte autorización, juegan con tu futuro, tus ahorros y si los pierden, el mercenario de turno, mirándote como diciendo “que infeliz eres” te explican que eso es así, que era un fondo de riesgo. (Sanguijuela financiera)

De todo esto deduzco que mi desgracia es tu negocio, que tu beneficio es que yo esté un poquito asfixiado para poder levantarme todo lo que puedas, que como uno se avergüenza de incumplir, cede a la usura. Y lo más importante, es que encima esta infamia la ampare la ley. CODICIOSOS HIJOS DE LA GRAN BANCA

Algo tiene que cambiar. Es posible que a estos fenicios les interesen a corto plazo estos dramas familiares, ¿con cuantas propiedades se quedarán, que les quede una miseria de hipoteca por pagar? Claro, luego cuando pase el temporal volverán a llamar a nuestra puerta para vendernos lo requisado anteriormente al precio de mercado del momento. Viven de nosotros, no es lógico que muerdan la mano que les da de comer, porque te cogerá miedo o asco. Yo tengo claro que no volveré a dejarme endeudar en la vida, no quiero que me prestes, no quiero tus sartenes, no quiero tus tarjetas, no te quiero a ti (posiblemente ellos tampoco me quieran, ahora estoy en su fichero de mora).

Mi pregunta ¿Quién ampara a estos miserables? Mi respuesta es, el gobierno. Para acumular poder tienes que acumular riqueza y si no la tienes pues te arrimas a botines, florentinos, o alguno de esos. Es una fórmula sencilla pero siniestra, porque para que se fortalezcan ellos, están debilitando al pueblo al hacernos pagar sus favores políticos. Imbéciles, ¿no os dais cuenta que estáis empobreciendo el país?

En los años ochenta yo era niño, al ver por la tele algunos documentales donde hablaban que nos estábamos cargando la tierra me estremecía, luego te ponían por el telediario que un montón de hippies se habían manifestado en contra de la contaminación y los habían molido a palos. Y ahora, TOMA cambio climático.

Luego empezaron a movilizarse un montón de melenudos a causa de la globalización, se agotaron las pelotas de goma en la policía. Y ahora, TOMA hipotecas basura, Madoff y la gran crisis que nos parió.

En la actualidad veo que cada vez que enciendo la tele, salen disturbios formados por los antisistema. La verdad, no se que coño es eso, pero me acojona la idea de que vuelvan a tener razón.

Ayer me preguntaron. ¿Que trabajo te gustaría que tuviese tu hijo? y no lo tengo claro, que tenga el que quiera. Lo que si tengo claro es que no me gustaría que fuese, delincuente, ni político, ni banquero. Que ante todo fuese buena persona, que no comisione con la desgracia ajena, que para vivir no hace falta robar.

Únicamente me queda decir a los ladrones, cleptómanos, robadores, manilargos, cuatreros, timadores, estafadores, farsantes, embaucadores, tramposos, bribones, truhanes, embusteros, mentirosos, patrañeros y boleros que unen banca y política: ¡Que os den!

jueves, 6 de agosto de 2009

Los tres ojos del asunto

No pienses tan mal, que el titulo no va por ahí.
Te voy a contar algo que sucedió de verdad (basado en hechos reales, como en la tele).

El otro día, mi hermano Ale, me comenta:
- Tío, que probabilidades crees que tienes que llegues a casa, después de una jornada no muy mala, te encuentres a mama diciéndote que en casa entró un ratón y aún así no te mosquees, que vayas a buscar la ratonera y la encuentres sobre la marcha sin necesidad de de estar revolviéndolo todo, que te gires para salir al encuentro del roedor dándote cuenta de que lo acabas de pisar sin querer (joder que suerte).
- Eso me hizo reflexionar y preguntarme. Coño, que probabilidad tenía el ratón, después de llevar todo el puto día sin llevarse una lenteja a la boca, entrar en casa de mi madre sorteando dos puertas que siempre están cerradas, que detecten su presencia, que se meta en el cuarto donde precisamente esta su trampa guardada y que cuando se sepa descubierto e intente huir lo pisen desnucándolo. La suerte del más grande, fue la fatalidad del ratón
- Enredándolo más, que probabilidades tenía la trampa de que haya entrado un ratón en casa, de que no la tengan perdida como pasa siempre que buscas algo y que antes de haberla montado, el ratón ya este muerto sin ni siquiera haber salido de esa habitación. Suponiendo que la trampa fuese un autónomo, no cobraría el servicio por culpa de algún capullo que acaba de hacer su trabajo, lo más probable es que encima ese pimpollo no pague ni un euro de impuestos e incluso tenga una pensión no contributiva (que fuerte).

Mi conclusión; lo que fue un luctuoso suceso para el ratón y su familia, sin embargo fue un golpe de suerte para el del pisotón y una perdida de tiempo y dinero para el autónomo.
Entonces, ¿que coño es la suerte? Al final siempre que alguien gana, posiblemente varios pierdan.
De lo único que debes preocuparte es de no ser el ratón. Cuídate si eres autónomo de no hacer el capullo, date de baja lo antes posible, que si no los banqueros te desnucan y el gobierno te aplasta.
Que probabilidades hay de haber nacido en España, haberte tocado la época Zapatero, no ser funcionario, no ser rico de cuna, no haberte tocado la lotería, estar sin un puto duro y deberle a Botín.
Al final, los que pisan son botines, zapatos y a uno le hacen sentir como una rata de campo.


Ah!, mi nombre es Jota Jota. Quedáis todos invitados a mi funeral financiero, los oficios se realizarán en cualquier oficina bancaria, mediando la ceremonia un funcionario del juzgado, amparado por algún político cabrón.

Mi remedio es tataTAta



Llevo treinta y cinco años para ver lo que mi hijo me enseñado en once meses.

El poder de la palabra tataTAta, esa es la clave para hacerse entender. A medida que vamos creciendo, adquirimos experiencias, vocabulario y seguridad en nosotros, a la vez que aumenta nuestra desconfianza y prejuicio con las personas con las que mantenemos conversaciones. La mayoría de las ocasiones una frase o conversación suena muy diferente en nuestra cabeza, que en la de nuestro contertulio. Hacerse entender es muy complicado, debido a la predisposición que tenemos las personas para entender algo completamente opuesto a lo que tu estas diciendo. Creo que esto es consecuencia de la poca capacidad de escuchar, somos reacios a cambiar de punto de vista a priori e incapaces de preguntarnos, que es lo que se nos quiere decir. Si bien es cierto, que muchas veces elegimos tanto las palabras como nuestras actitudes de una forma muy desafortunada.

Por consiguiente creo que la solución es tataTAta. ¿A que te preguntas que es tataTAta? Pues tataTAta es eso, la pregunta.

Cuando mi hijo me dice tataTAta, no siempre significa lo mismo, puede ser, tengo ganas de dar un paseo, alcánzame el juguete o incluso puede ser ¡hazme caso! que estoy haciendo gracias. Fíjate que interesante, esta palabra te genera una pregunta y por tanto capta tu atención.

Mi madre muchas veces me recuerda que cuando yo era un niño, al pasar por un lugar llamado Las Cuevas de Artiles, donde hay un afamado restaurante con piscinas, bastante bonito, yo le decía, tituna aviancaconavianca. No tengo ni idea que significa eso, pero lo curioso es que según ella tituna es piscina, lo tiene claro, pero aviancaconavianca todavía a día de hoy se lo pregunta, treinta y cuatro años después.

Imagina que siempre que hablaras, la persona que escucha se preocupara por intentar entender lo que estas diciendo, sin tener ninguna predisposición a pensar lo que le dé la gana. Cuantos problemas te ahorrarías. Esto también requiere del esfuerzo de la persona que habla, para elegir y sopesar el contenido y las formas de lo que esta diciendo.

Por lo que entiendo, hay dos grandes grupos bastante diferenciado de personas. Por un lado están los que te dicen lo que quieres oír y por otro, los que no pueden evitar ir al grano. Los primeros tienen el arte de decir lo que creen que quieres escuchar como un acto de piedad, creyendo que te ayudan con medias tintas, a la larga quien sabe que consecuencias tendrá el engañar para no hacer daño e intentar quedar bien en la mayoría de las conversaciones, modificando o descafeinando su postura, sin alcanzar a ver que a la larga tú te sientes traicionado. Los segundos con su dura realidad te dan una bofetada, quizás lleguen a herirte, en su vano intento de que reacciones y que veas el mundo a través de sus ojos. Creen que tienen la dignidad de la sinceridad, pero lo unico que poseen es el vicio de decir las sus verdades crudas.

Tal vez la honradez esté simplemente en escuchar, tratando de ver más allá de la persona, quitándonos las caretas, maquillajes y demás abalorios que nos ponemos en está sociedad para tratar de imponernos, entendiendo su verdad, y aceptándolo como una realidad más

Deberíamos encontrar un término medio, el problema es que muchas veces no lo encontramos y radicalizamos nuestras posturas aislándonos de forma progresiva o por el contrario nos sentimos obligados a unirnos a algún contertuliano o grupo para defender algo que se perece poco a lo que en un principio se pensaba. El matizar las posturas en un debate, reunión de empresa, reunión de amigos, tertulia política, incluso con tu pareja, etc. creo que es muy sano, siempre y cuando las posturas se suavicen sin caer en la claudicación ante el rival dialéctico al que nos enfrentamos.

Tenemos la tendencia perversa de intentar vencer en todos los lances a los que nos enfrentamos, sin darnos cuenta que es más sencillo y menos violento convencer, si estamos seguros de nuestros argumentos. Muchas veces caemos en la soberbia y no vemos el asunto de una forma perimetral. Quizás, el otro tenga un punto de vista más sugestivo o resolutivo que el nuestro y no lo queremos ver así.

No te entenderás con alguien que no quiere oír o que no esta dispuesto a que otra persona tenga un punto de vista diferente al de él. En estos casos solo me queda parar, contar veinte, decir tataTAta y búscate tú la vida para deducir lo que yo te quiero decir. Al final diga lo que diga no lo vas a tener en cuenta.

Lo que está claro es que no todo se resume en competir, si compites puedes perder, posiblemente se trate más de respetar, si respetas siempre ganas, aunque no compartas ese punto de vista. Tan sencillo como tener la humildad de escuchar.

Eso nos falta, escuchar. Nos pasamos el día oyendo demasiada información para poder digerir con cordura y no escuchamos. No hay tiempo de pararnos y decir, qué querrá decirme.

Para solucionar esto necesitas una palabra contundente, que suene lo suficientemente raro como para que te pares y digas, ¿que me quieres decir?

Si no, recuerda que mi madre lleva treinta y cuatro años, y aún se acuerda del lugar y la palabra.